REPORTAGE AL MAGO REY BEN

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Magika XXI: ¿Cómo surge lo de Rey Ben?

Rey Ben: Cuando empecé era Mr. Ben pero era muy parecido a Mr. Ed, el caballo que habla, y todos me cargaban. Siempre cuando tu nombre suena a algo te cargan, te ponen algo parecido. Mr. era porque todos se llamaban Misterix, Mr. Daba. Luego pasó todo lo de las Malvinas en 1982 donde se sacaba todo lo que tenía Mr., todo lo que fuera inglés se sacaba de los nombres, en bares, etc.. Yo dije me voy a cambiar el Mr. porque se supone que eso no estaba bien. Entonces me lo saqué y empecé a buscar algo que sonara mejor. Fonéticamente me gustaba lo de Ben por Rubén, mi nombre es Rubén Liandro, y me puse Rey porque sonaba lindo, "Rey Ben", quedaban las tres letras en cada nombre, me gustó y ahí quedó, y cuando el público me pregunta o alguien del público me pregunta les digo que lo de Ben es por Rubén y lo de Rey es por humilde.

 

MXXI: ¿Cómo fueron tus comienzos en la magia?

R.B.: Empece en la magia como creo que casi todos nosotros. Todos los magos, empezamos siempre con el gusto por la magia desde muy chicos, con cajas de magia, con juegos de magia(N. de la R.: lamentablemente no existía Magia 3D). Lo primero que tuve a mi alcance fue cuando estaba en el colegio primario, terminando 7mo. grado, una pila de revistas Hobby, (eran revistas de manualidades), te enseñaban a hacer cosas con madera, con alambre, con cualquier cosa y había una parte que la escribía creo Aldo Mosarra que era de magia. Nosotros íbamos a buscar papeles para venderlos, se juntaban diarios y revistas por todo el barrio, se llevaban al colegio y se vendían para pagar algún viaje. El tema es que fui a una casa y me dieron una pila de revistas, me las llevé a casa y antes de llevarla al colegio las empecé a ojear y me gustó todo lo de las manualidades, y cuando vino la parte de magia, nunca mas me deshice de esas revistas. Nunca llegaron al colegio. Y ahí empecé a ver un montón de trucos y luego estuve 4 o 5 años del secundario sin meterme demasiado en la magia, hasta que a los 16 o 17 años ya me metí de lleno en la escuela de Fu Manchú. En ese momento Fu ya no vivía, era el año '80 y estaba dando clases Topín, estaba al frente la viuda de Fu, Lola de Fu Manchú. Me anoté, el lugar era bastante feo, había mucho olor a pis de gato, bastante desagradable, lo que prueba que la magia me gusta, porque sino me escapé de ahí. Era de terror, esto es un desastre -pensaba- me imaginaba un lugar todo mágico. Se daban clases los sábados, y yo dije bueno voy, y si me tratan demasiado mal no vuelvo más. Y resultó todo bien. Topín fue un gran maestro para mis comienzos, un tipo muy prolijo, un muy buen mago, muy meticuloso para fabricar sus trucos y aprendí mucho con él. De ahí me fue a estudiar con Lalo Bevilacqua, no se si fue conocido por los magos pero llegó a tener su negocio en Av. Santa Fe, año '82/'83, y no me gusta mucho contar esto, pero él iba al negocio de Fu Manchú y robaba alumnos, porque hacia trucos de magia muy buenos, el tenía un matrix con fichas de colores que era espectacular y era su mejor juego, entonces lo hacía y vos decías que bueno que está eso, y te daba una tarjetita que decía clases grupales de magia y robaba alumnos. Como yo hacía mucho tiempo que estaba en lo de Lola, los conocimientos se habían estancado, entonces me fui con Bevilacqua. Ahí estuve un tiempo. Después hice el servicio militar, y como ya sabía bastante magia y utilizaba la magia para tratar de zafar de todo como hice siempre, para que no me metan en cana, de irme, de escaparme, todo eso. Un día vino un compañero del servicio militar y me preguntó si era mago, y si conocía la Entidad Mágica Argentina, ya que el padre de él era mago. Yo había escuchado hablar pero que no había ido nunca, y me preguntó si quería entrar a la Entidad y le dije que sí. Su papá se llamaba Humbert, y justo yo lo conocía, aunque en realidad conocía muy pocos magos, y así fue como en el primer franco me fui a su casa y conocí a Humbert, quien me ayudó mucho como así también a conocer a la Entidad. Y también me ayudo mucho Chineti, porque cuando yo estaba haciendo el servicio militar, él era un sub-oficial en actividad. Me invitaba a la oficina de él cada tanto y me enseñaba algunos trucos. Después ya entré en la Entidad, y aprendí todo, todo hasta cierto punto, en realidad allí aprendí y seguiré aprendiendo, ojalá algún día vuelva a la Entidad. Estuve 15 años de socio en la EMA, y de allí tengo grandes amigos. Me fui porque había grandes delincuentes ahí adentro en ese momento, y tuve que irme porque iba en contra de mis principios. Se robaban todo. Pagabas la cuota y se la robaban, entonces dije basta, no pago más y me fui con mucho dolor porque ahí tengo grandes amigos como Kartis, Héctor Carrión, Pablo Zanatta, como un montón de magos. Cada vez que voy a la EMA me tratan más que bien, he dado charlas y conferencias, he ido a ver conferencias de otros magos y me tratan de maravillas. Y se que hoy por hoy en el año 2001 la Entidad está bastante linda y las cosas están muy bien. Incluso les recomiendo a mis alumnos que vayan y se anoten en la EMA y yo estoy esperando ahí, en cualquier momento voy y me anoto de nuevo. Creo que la EMA es un lugar respetable otra vez. Allí aprendí un montonazo. Y no me quiero olvidar que allí fue donde conocí a Kartis, al gran maestro de magos. Luego de insistirle un poco, comencé a tomar clases con él, una vez por semana. Kartis, fue sin lugar a dudas quien me enseñó la "buena magia", quien me hizo ver las cosas de otra manera, justificar cada movimiento, la armonía, el ritmo, el estudio, la creatividad, el esfuerzo, y un montón de etcéteras más. Él fue sin dudas mi primer gran maestro.

MXXI: ¿Cómo arrancás artísticamente? 

Cartalarga2.jpg (13555 bytes)R.B.: Empecé con los chicos, aunque hoy muchos escapan a todo el tema de chicos por toda la dificultad que ofrece. Ya en la época de Lalo Bevilacqua hacía shows para chicos con un compañero mío del secundario Daniel Méndez y que también era compañero de magia. Eramos Daniel y Rubén. Hice magia para chicos durante muchos años y no había otra demanda en el mercado. Había grandes magos pero ninguno tenía un show en el teatro, ni shows reconocidos, no había magos en televisión, o sea, un gran vacío. Y ese vacío lo tomaron los magos que hacían fiestas para chicos, algunos con mucha dignidad y con muy buen trabajo y otros en general bastante desastrosos. Gente que venían de otras profesiones que se metía en esto para robar (N. de la R.: Argentinismo por ganarla fácil) y se generó en el público la idea que el mago era para chicos y algo de mala calidad, sin ninguna cuestión artística, sin ningún valor de por medio, solo para chicos y nada más. Hasta que esto se fue revirtiendo, yo hacía magia de cerca, siempre fui un enamorado de la magia de cerca. En una época conseguí los libros de Lewis Ganson y me volví loco. Y no tenía otra forma de hacer magia de cerca que no fuera para mis amigos, porque no había demanda de shows de adultos. Y después sí, empezó poco a poco, la gente empezó a contratar para los shows de adultos y empecé a trabajar primero en magia de cerca, no me animaba a hacer un show de magia de salón donde hubiera 50 o 100 personas porque no tenía con que, lo mío era monedas a través de la mesa, hasta muchas cosas sentado, después de a poquito fui armándome cosas de salón, me costó muchísimo entender como podía hacer magia de salón a mi gusto. Y ahí nace otro punto, que es encontrar el camino (que me gustaría nombrar a alguien muy importante en mi búsqueda artística que fue Enrique Viale, el "Loco Viale". Yo copiaba mucho para tener inspiración. Copiaba a tipos como Misterix, y me río yo mismo, ¡haciendo magia como Misterix!. El haciendo magia es un atorrante espectacular, vago, bien porteño, yo lo iba a ver a los cabarets, a los lugares nocturnos, que ni siquiera me dejaban entrar, con mis anteojitos, yo les decía que venía a ver a al mago, entonces me decían, vení escondete aquí atrás. Entonces lo veía y copiaba los gags y eran de terror, porque eran gags para la noche, para atorrantas, para tipos totalmente tomados, no era el camino ni de casualidad, pero lo único que podía hacer. Hay que pensar una cosa, yo era una persona muy joven, pero no había videos, no había nada, para tener referencias tenías que ir a ver a un mago, no sabias como, no se podía viajar, hoy se te canta ir a España y más o menos la podes pilotear, sacás un pasaje con tarjeta de crédito y lo vas pagando durante un par de años aunque sea, pero no había nada, no había tarjetas de crédito, no había viajes, no había videos, nada. Era muy difícil, yo veía a Misterix, y trabajaba como Misterix, lo veía a Daba y a Merpin y hacía lo que hacían ellos. Y gritaba, porque ellos gritaban, EH!, AH! Y yo hacía lo mismo. Una vez estaba con unos amigos haciendo magia y me dicen, está lindo lo que hacés pero para que gritas?. No sé, porque estará bien les dije, y me dijeron que no grite más. Y lo que quería resaltar con esto es que el Loco Viale un día vino y me dijo después de estar trabajando mucho tiempo en la magia, que yo era dulce, que tenía que aprovechar eso, y se me hizo un "click" que en el momento me costo, no entendí nada pero de a poquito lo fui madurando hasta que me cayó la ficha, y me dije, Ah… ahora entiendo, y empecé a aprovechar mi potencial que después pude corroborar con otros artistas con los que no me voy a comparar ni de casualidad, pero si de los cuales aprendo como Tamariz, o como Mac King, tipos que no apelan a otro recurso que no sea seducir al público desde otro lugar, que justamente es lo opuesto de lo que había mucho acá, que era gastar al público, humillar a los espectadores, todo ese tipo de técnicas que todavía se siguen usando.

MXXI: Por lo que decís venías de hacer magia para chicos, no había demanda, y tenías que estar preparado y con un estilo para enfrentar a la demanda cuando la hubiera. ¿Te costó mucho encontrar ese estilo del que hablabas, al no poder ejercitarlo?

R.B.: Sí. Fue difícil. Con los chicos yo nunca usé estilo agresivo, pero no encontraba el camino para los adultos. Como expresarme yo con los adultos, a veces era problema. Se ve mucho a un mago hacer trucos para adultos y está haciendo una representación típica para chicos. Te das cuenta que es una rutina que la tiene muy probada en chicos y no va con los adultos. Me costó, pero fui encontrando cosas. Trabaje mucho intuitivamente y después fui encontrando el camino. Y una persona que me ayudó mucho, en estos últimos 10 años fue Cristina Moreira. Había ido a trabajar a Chivilcoy con Ye y Ye que es un amigo y es mago para un festival. Cuando terminamos fuimos a cenar con el director del teatro donde actuamos, y este me dice, que linda tu forma de trabajar, donde estudiaste teatro. Le dije no, yo no estudié teatro. El daba por hecho que yo tenía una formación actoral por mi forma de trabajar. No lo entendía, y me dice si realmente nunca estudiaste teatro andá a estudiar, porque tenés un montón de virtudes actorales que las tenés que aprovechar y saber que las tenés. Y así fue que conocí a Cristina Moreira, ella me cambió mucho, en realidad me reafirmó, fue maravilloso lo que me pasó con ella. Yo estaba escuchando la radio, y Rolando Hangling haciéndole una nota a una mujer. Y la mujer empieza a describir a un clown. Y me estaba describiendo a mi, lo que ella describía era exactamente yo. Me agarró una emoción muy fuerte, no me puedo olvidar nunca de ese momento. Llamé a la radio y conseguí el teléfono de esa mujer, era Cristina Moreira, la llamé ese mismo día porque estaba desesperado y sin conocernos hablamos casi 4 o 5 horas por teléfono. Me fui a estudiar con ella, y después me enteré que ella toda su formación la hizo en la escuela de LeCoq, que es una escuela francesa de teatro. Y me resultó muy lindo encontrar un día en un libro de la escuela de teatro de LeCoq al mago Avner. Aquel mimo de barba con la nariz colorada, aquel que hace que come los papeles como Tom Mullica, es un artista extraordinario. Hice todos los cursos de comedia del arte y clown. Intenté algunos más pero ya eran muy de actor, muy difíciles para mí, para mi acercamiento, mi approach era desde el humor.

 

MXXI: ¿Cuánto tiempo estuviste estudiando?

Clown2.jpg (11202 bytes)R.B.: Varios años porque hice varias veces el curso. El curso duraba 3 o 4 meses y yo lo tomaba, y después al otro año ella lo volvía a dar y yo volvía a anotarme, y ya después directamente me invitó ella, me dijo quiero que vengas y estés con nosotros en el curso. Y siempre aprendí. Y creo que ahí, ya terminé de perfilar un poquito mi estilo. Encontré una forma de trabajar que es hacer humor, hacer más humor que magia. Si alguien me dice que soy cómico, me halaga no me degrada, para mi primero está la risa y después el truco. Primero divertir, primero entretener y después viene el truco. Yo no puedo hacer al estilo de Copperfield, entrar al ventilador, y que me atraviesen las paletas y aparecer entre medio del público con la capa y el viento desde abajo, yo si tengo que hacer eso, tengo que aparecer con la ropa destrozada porque el ventilador me hizo pelota. Tengo que buscarle el lado cómico para que me cierre. No hay truco de magia que a mi me cierre si no es cómico.

 

MXXI: ¿Usás la magia para la comedia, al servicio del artista y no el artista al servicio de la magia?

R.B.: Si, aunque no tan exactamente así, porque vivo estudiando magia, vos me ves aquí donde están todos mis libros, mi biblioteca, hay cantidad de libros, cantidad de videos mucha información y vivo creando trucos de magia que además me fascina poder crear y re-crear, pero necesito que los trucos sean cómicos. Creo que es ese el punto, o sea, no armo una rutina cómica y después le pongo magia. Armo una rutina de magia pero que tiene que ser cómica. Creo que tal vez eso sería lo más cercano de como yo siento. Armo cualquier rutina de magia, como por ejemplo mi rutina de aros chinos. Tardé muchos años en acercarme a los aros chinos porque para mi eran demasiado solemnes las presentaciones de estos, salvo la de aquel mago argentino que se enganchaba los aros con los tiradores, después de esa rutina no había visto una rutina cómica linda, aunque ahora si hay muchos magos en el mundo y uno ve más en los videos, magos haciendo rutinas cómicas de aros chinos. Poco tiempo atrás recién retomé mi rutina de aros chinos, tomé todos los pases que pude, busqué información, videos, libros, todo y armé mi rutina. Y fue cómica mi rutina porque se me traba a cada rato, se me traban los aros y no los puedo separar, termino todo enganchado del cuello hasta los pies y necesito alguien del público que me ayude a desenredarme porque si no viene alguien del público no me puedo desenredar. Y ahí termino desenredado, y más o menos mágicamente bien. Así encaro los juegos. Siempre desde la comedia desde el humor y además es una linda forma de llegar a la gente porque no hay nada más bonito que hacer reir. La gente se siente muy agradecida hacia al artista que lo hace reir. Creo que es inolvidable, es saludable, es bello y es seductor. Tiene un montón de cosas el humor que son muy fuertes, si uno piensa en los grandes humoristas que han halagado mi vida Pepe Biondi, Buster Keaton, son gente que han hecho sus cosas por el arte y te regalan lo que hacen. Se te meten adentro para toda la vida. Yo disfruto mucho de eso, del humor y si algún día la gente me recordara como un cómico yo sería feliz, creo que esa es mi mayor felicidad. Si algún día puedo llegar masivamente al público como cómico ya soy feliz. Que relacionen mi imagen con el humor.

MXXI: Contaste los pasos de como fuiste llegando a esto, ahora decime ¿cómo te largaste en forma profesional, como fue ese paso?

R.B.: Nunca viví de otra cosa que no sea la magia. Yo estudie ingeniería electromecánica, hice toda la carrera en la Universidad de Morón, y jamás ejercí, ni hice ningún otro trabajo salvo cosas de adolescente que tenía un taller mecánico de motos, me encantaban las motos, tenía una motito, la arreglaba y arreglaba las motos del barrio pero trabajos en serio no hice jamás. Ni los haré. Porque eso no es serio, :-D. Tomé muy seriamente la magia. Estaba esperando recibirme para casarme y vivir de la ingeniería y gracias a la mujer que tengo al lado que es mi esposa, Claudia, pude darme cuenta de que no hacía falta eso, llego un momento que dijimos bueno, basta, vamos a casarnos y vamos a vivir de la magia. Yo ya vivía de la magia mientras estudiaba pero tenía muchas dudas de que pudiera casarme y mantener una familia, casa, hijos, todo eso como mago. Me costaba mucho, no es el estándar. Hoy por hoy ya no hay estándares, año 2001, gobierno de De La Rua después del de Menem, no hay estándares, nadie dice, si sos abogado, ya está, si sos gerente de un banco ya está, ¡no!, porque mañana te ponen un boleo en el trasero y a la calle. Me costó mucho decidirme pero sobre la marcha no hacia otra cosa que vivir de la magia. Y un día dije bueno, listo. Viviré de la magia hasta que se pueda y no paré jamás y nunca me faltó nada para comer en mi casa, ni a mis hijas le va a faltar nunca, no les va a faltar jamás, porque sea como sea van a estar bien, pero igualmente encontré un montón de caminos dentro de la magia. Y hay muchos caminos. Lo que hay que tener muy claro es que uno quiere ser profesional de esto y trabajar de esto. Entonces poner todo lo mejor.

MXXI: ¿Encontraste esos caminos en forma gradual o hubo momentos en los que tuviste que buscarlos desesperadamente para sobrevivir?

R.B.: Siempre fui muy gradual, yo tengo una forma de verme a mi mismo. Vivo empujándome a mi mismo, siempre digo que me meto un palo en el culo y me empujo a mi mismo. No puedo frenar, ja, ja, (no vas a poner todo eso no?). Yo mismo me empujo, porque no tengo un jefe, no tengo un gerente, no tengo a nadie adelante mío, solamente está la vida para vivirla, entonces si yo no me empujo no voy a ningún lado. Me pongo metas. Lo que yo me propongo es cada año hacer más que el año anterior. Hoy empezamos la charla y yo te conté lo que había escrito a modo de agradecimiento del año 2000 en mi sitio de Internet, lo puse ahí para que sea lo más público posible ya que no tengo algo más público para comunicarme con la gente. Y cuando empecé a poner todo lo que había hecho me asusté de todo lo que hice en el año, pero este año tengo que hacer más cosas. Yo no sé si en cantidad pero sí en calidad tiene que haber más. Siempre tengo que ir un poquito más. Yo quiero que cada año sea mejor o yo mismo formarme un poco más. Había empezado a estudiar japonés y tuve que dejar un poco por el trabajo, pero quiero seguir. Me propuse terminar el 2001 sabiendo hablar japonés. Porque quiero ir a Japón a trabajar, fui en el ’94 al Mundial de Japón y me encantó, me gusta la cultura japonesa.
También aprendí inglés por la magia, tenía vedado el acceso, y esto todos los magos lo saben, a toda la bibliografía en inglés. Y me tenía que limitar solo al castellano, porque había un montón de cosas que no podía leer como un Tarbel, un Greater Magic, conferencias, te perdés mucho.

Hasta aquí la primera parte, en la próxima entrega sus trabajos con "Los casi tres" y "Uno y medio" donde habla de alegrías y desencuentros y su labor en la enseñanza.    

Si querés mientras esperás la segunda parte visitalo en: http://www.reyben.com o http://escuelademagia.tripod.com 

Fuente:  http://www.magika21.com.ar/